Aunque a muchos les resultan casi iguales los vinos de la DO Montilla-Moriles y los de DO Jerez, existen importantes diferencias entre unos y otros. Sin entrar, además, en la variedad de vinos elaborados en cada denominación de origen. Para saber si preferimos un vino de Montilla u otro de Jerez lo fundamental será catarlos para poder decidir. Para ello os recomendamos que lo hagáis en tabernas o establecimientos especializados que dispongan de variedad y vinos de calidad; además de aconsejaros y guiaros en vuestra cata particular.
Las características de un vino vienen determinadas principalmente por el tipo de uva, el suelo, el clima y, algo muy importante, el proceso de elaboración. Todos estos factores, entre otros, marcarán las características organolépticas de un vino.
Aquí os vamos a mostrar algunas características diferenciadoras entre los vinos de Montilla-Moriles y los de Jerez.
- El tipo de uva.
Los vinos de la DO Montilla-Moriles se elaboran, principalmente, a partir de la variedad de uva Pedro-Ximenez; mientras que los vinos DO Jerez proceden de la variedad Palomino.
- Suelo y climatología.
Otra diferencia está en las características de la tierra en la que se cultiva la vid y la climatología de cada zona. Este es un factor diferenciador importante para cada tipo de vino, ya que las elevadas temperaturas de la zona de Montilla-Moriles permite obtener la graduación alcohólica del vino de forma natural, algo que no es posible en el caso de los vinos de Jerez, donde las temperaturas son más suaves.
- La elaboración.
Cada denominación de origen presenta variaciones en la forma de elaborar el vino (fermentación, crianza, tinajas, barriles, etc.) todas ellas recogidas en la reglamentación de cada DO. Además en ambas denominaciones, tanto en los vinos de Montilla-Moriles o de los de Jerez, existe variabilidad entre los vinos elaborados en distintas bodegas.
Como comentamos al principio, ambos vinos presentan características comunes, y se clasifican también de forma similar. Cuando se piensa en vinos de Montilla o vinos de Jerez por supuesto se nos viene a la mente el fino, pero también tenemos otros vinos muy interesantes como el amontillado y palo cortado; oloroso; vinos dulces; y vinos generosos. Dentro de cada uno de ellos también hay variabilidad, por ejemplo, en el vino amontillado podemos encontrar distintos matices según el equilibrio entre las fases de envejecimiento con el que se elabora. Todos ellos con maridajes muy interesantes.
El buen vino, es, en gran medida, una cuestión de gustos por lo que habrá que catar los dos para determinar el que más agrade a nuestro paladar o el más adecuado para un momento concreto. Si además, introducimos un tercero en discordia, la manzanilla de Sanlúcar (incluida en el marco de Consejo Regulador de Jerez), tenemos un trabajo interesante por delante para poder contestar a si preferimos un vino de Montilla o de Jerez.
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